ESPAÑOL:
¡Hola
chicos!
¿Qué
tal la semana? ¿Preparando alguna sorpresa para vuestras parejas? Si no habéis pensado
en nada aún, aquí os traigo una receta sencilla y deliciosa, totalmente
romántica y muy vistosa. ¡Aunque el día de San Valentín es sólo una excusa para
comerse un buen trozo de esta deliciosa tarta! Os hablo de la tarta llamada
Terciopelo Rojo (o Red Velvet).
La Red
Velvet cake es un típico y famosísimo pastel en países anglosajones. Tiene una
masa roja aterciopelada (de ahí su nombre), con un sabor delicado, aromático y
denso, gracias a la mezcla del cacao con la vainilla y el toque ácido del
vinagre y la buttermilk (sí, lleva vinagre, pero no os asustéis). Por esto,
creo que es una de las mejores elecciones para un día como hoy.
La historia
de este manjar es un cúmulo de varias leyendas, de las que no se sabe muy bien
cuáles son ciertas y cuáles no. La más conocida es aquella datada en 1920 (otros
apuntan que fue en los 50) que cuenta que una distinguida dama pidió la receta
de este pastel al chef del restaurante del Hotel Waldorf-Astoria de Nueva York.
El chef le dio la receta junto a una factura de 350$ a cambio de desvelársela
(aquí tampoco se ponen de acuerdo de cuál fue la cantidad exacta). La dama pagó
y, como venganza por haber tenido que pagar, la buena mujer se dedicó a
divulgarla de forma gratuita. Otro de los posibles orígenes atribuye esta tarta
a los canadienses.
De todas
formas, lo que es indiscutible es que es una de las tartas más míticas que
existen. Puede encontrarse en casi todas las pastelerías estadounidenses y su
típico frosting es el hecho a base de crema de queso.
Una cosa
que debéis tener en cuenta es que es un pastel que está mucho más sabroso si lo
hacéis de un día para otro, pero… ¡no sé si seréis capaces de aguantar la
tentación hasta entonces!
Bueno,
vamos al lío. Estos son los ingredientes que necesitamos (todos han de estar a
temperatura ambiente a menos que se indique lo contrario):
Ingredientes (aproximadamente 12-16
raciones)
Para
el bizcocho:
ü 225 g de harina
ü 40 g de maizena
ü 20 g de caco puro en polvo
ü 1 cucharadita de levadura
química (tipo Royal)
ü ½ cucharadita de sal
ü 115 g de mantequilla sin sal
ü 300 g de azúcar blanco
ü 2 huevos tamaño L
ü 1 cucharadita de extracto de
vainilla
ü 240 ml de buttermilk[1]
ü Colorante rojo en pasta
ü 1 cucharadita de vinagre blanco
(yo he usado de manzana)
ü 1 cucharadita de bicarbonato
sódico
Para
el frosting:
ü 130g de azúcar glass
ü 225g de queso mascarpone bien
frío
ü 1 cucharadita de extracto de
vainilla
ü 240ml de nata líquida para
montar bien fría (cuanta más materia grasa tenga, mejor)
Elaboración:
Bizcocho:
1. Precalentamos el horno a 175ºC[2] y colocamos la rejilla a
media altura.
2. Engrasamos el molde (o varios si
vamos a hacer las capas por separado) y cubrimos el molde con papel vegetal
para horno; volvemos a engrasar el papel y lo reservamos. No dejéis este paso
para el final; ya veréis por qué.
3. Si no encontramos buttermilk en
el supermercado, preparamos la nuestra casera (recordad: 240ml de leche junto
con 15ml de vinagre/zumo de limón). Reservamos mientras seguimos con nuestra
receta.
Os aconsejo que lo hagáis en un recipiente transparente; cuando
lleguemos al punto 9, sabréis por qué.
4. Tamizamos en un bol la harina,
la maicena, la levadura, el cacao y la sal varias veces.
5. En otro bol, batimos la
mantequilla hasta conseguir una textura cremosa.
6. Añadimos el azúcar y seguimos
batiendo hasta que la mezcla empiece a blanquear.
7. Agregamos los huevos, uno a uno.
No añadir el siguiente huevo hasta que el anterior se haya integrado por
completo.
8. Echamos el extracto de vainilla
y volvemos a mezclar.
9. Agregamos, poco a poco, el
colorante a la buttermilk y vamos mezclando. No echéis mucha cantidad de una
vez porque, si os pasáis, no habrá vuelta atrás y, de esta forma, podéis ir
controlando el tono de rojo que queréis para vuestra tarta.
10. Con una espátula,
preferiblemente de silicona, vamos incorporando los ingredientes secos. El orden
es el siguiente: 1/3 de la mezcla de harina, la mitad de
la buttermilk, 1/3 de la mezcla de harina, el resto de la
buttermilk, y, por último, el último 1/3 de la mezcla de
harina.
11. En un cuenco pequeñito, combinamos
el bicarbonato y el vinagre/zumo de limón. En cuanto empiece a formarse
burbujitas (es algo instantáneo), lo vertemos sobre nuestra masa y mezclamos
bien. Rápidamente, metemos nuestra masa en el horno (no dejéis reposar porque
sino la mezcla de bicarbonato hará que nuestro bizcocho suba y después se baje
y quedará muy denso).
12. Hornear durante 30-35 minutos, o
hasta que, al insertar un palillo, éste salga limpio.
13. Dejar enfriar nuestro bizcocho
10 minutos en el molde.
14. Desmoldamos y lo dejamos enfriar
por completo sobre una rejilla.
15. Una vez enfriado, envolvemos
cada bizcocho en film transparente y refrigeramos el mayor tiempo que sea
posible (mínimo 1 hora).
Frosting:
1. Tamizamos el azúcar glass y
reservamos.
2. En un bol, batimos el queso
mascarpone hasta que quede suave y sin grumos (no sobrebatir porque se quedaría
demasiado líquido).
3. Añadimos el extracto de vainilla
y el azúcar glass poco a poco.
4. Montamos la nata líquida.
5. Añadimos la nata líquida a la
mezcla anterior con una espátula y movimientos envolventes.
Cómo montar la tarta:
1. Igualamos los bizcochos con una
lira (o un cuchillo de sierra si no tenemos lira).
2. Colocamos el primer bizcocho en
el plato en el que vayamos a servirlo. Utilizaremos un poco del frosting a modo
de pegamento para evitar que este se mueva en el montaje de nuestra tarta.
3. Extendemos una generosa capa de
frosting sobre nuestro bizcocho y ponemos encima el otro bizcocho. Si decidís
hacer una tarta con más capas, el proceso sería exactamente el mismo.
4. Con una espátula, extendemos una
capa fina de frosting por toda la tarta y refrigeramos durante, al menos, 30
minutos para que el frosting quede compacto y nos sea más fácil a la hora de
decorar.
5. Una vez pasado este tiempo,
extendemos el resto del frosting y decoramos al gusto.
En la
tarta que os traigo hoy, utilicé un poco de masa de bizcocho para hacer unos
cupcakes a los que les di forma de corazón. Después los recubrí con el frosting
y con fondant rojo.
También
hice unas rosas de fondant que, a mi parecer, le dan un toque muy romántico a
la tarta, y unos corazones que puse alrededor.
Por último,
monté un poco más de nata (compré un pack de 3 de los pequeñitos y utilicé el
brick y medio que me sobró del frosting) sin nada de azúcar, ya que la tarta
tiene ya su punto justo de dulzor, y la decoré con una boquilla pequeña de
estrella abierta.
Y nada
más. Espero que os haya gustado la receta y os animéis a hacerla. Cualquier comentario,
consejo o cualquier cosa que se os ocurra, dejádmelo en los comentarios, a través
del email rosa.in.sugarland89@gmail.com,
o a través de twitter @rosa_sugarland.
Os dejo
aquí una frase que me ha encantado de Óscar Wilde:
“Keep love in your heart. A life without it is like a sunless
garden when the flowers are dead.”
“Mantened el amor en vuestros corazones.
Una vida sin é les como un jardín sin sol cuando las flores están marchitas”
Un
besito muy dulce para todos,
Rosa
PD. Perdonad
que no haya podido subirla antes pero he tenido un encargo de última hora de
una amiga a la que quiero mucho y no podía decirle que no. Además, es el regalo
de San Valentín que mi hermano ha querido hacerle a su novia Lucía (¡espero que
te haya gustado la sopresita!
PD2. Si
queréis encargar cualquier cosita, podéis escribirme al email.
Referencias:
[1] He leído en varios blogs y foros que se puede
comprar en el Lidl y que viene como “suero de mantequilla”, pero nunca lo he
encontrado. La forma de hacerlo casero es la siguiente: mezclamos 240ml de
leche (yo uso semidesnatada) y 15ml de vinagre blanco o de manzana, o zumo de
limón; lo dejamos reposar durante 15 minutos y listo. No os preocupéis si
parece que se corta la leche; eso es, precisamente, el efecto que queremos
conseguir.
[2] Mi horno es bastante potente, por lo que
tengo que reducir la temperatura; suelo ponerlo sobre 150-160ºC
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ENGLISH:
Hey guys!
How was your week? Doing something especial
for your bf/gf? If you haven’t thought about anything yet, here you have an
easy and tasty recipe, absolutely romantic and attractive. Although St
Valentine’s Day is just an excuse to have a piece of this delicious cake! I’m
talking about the Red Velvet Cake.
Red Velvet Cake is a typical and one of the
most famous cakes in Anglo-Saxon countries. It has a red velvet-like dough,
with a delicate, aromatic and dense taste thanks to the mixture of cocoa and
vanilla and a sour touch due to the vinegar and the buttermilk (yes, it has
vinegar but don’t panic). These are the reasons why I think this is one of the
best choices for today.
The history of this delicacy is a
compilation of several legends which nobody knows which are real and which are
fake. The most known one dates back to the 1920s (other people say it was in
the 1950s) and tells the story of a distinguished lady who asked the chef of
the Hotel Waldorf-Astoria’s restaurant (in New York) for the recipe of this
cake. The chef gave her the recipe together with a charge of $350 in exchange
(there is no consensus in the amount amount of money either). The lady paid
this quantity and, as a revenge, she made the recipe public. A different origin
for this cake is that it is Canadian.
Anyway, what is undeniable is that this is
one of the most memorable cakes ever. It can be found in nearly every single
American cake shop and its typical frosting is that made of cheese cream.
Something you must take into account is
that this cake is much more tasty if you eat it the following day but… I’m not
sure you could withstand temptation until then!
Well, let’s go with the recipe. These are
the ingredients we need (all of them have to be at room temperature unless the
opposite is explicitly said):
Ingredients: (around 12-16 portions)
For the cake:
ü 225 gr of flour
ü 40 gr of refined corn flour
ü 20 gr of pure cocoa powder
ü 1 tsp of yeast powder
ü ½ tsp of salt
ü 115 gr of butter
ü 300 gr of white sugar
ü 2 large eggs
ü 1 tsp of vanilla extract
ü 240 ml of buttermilk[1]
ü Red colouring
ü 1 tsp of white vinegar
ü 1 tsp of baking soda
For the frosting:
ü 130 gr of icing sugar
ü 225 gr of mascarpone cheese (very cold)
ü 1 tbsp of vanilla extract
ü 240 ml whipped cream (very cold)
How
to make the cake:
The cake:
1.
Preheat the oven at 175ºC[2]
and place the rack at middle height.
2.
Baste the mould (or the moulds
if we are making the layers separately) and place some oven paper on them to
avoid the dough to stick to the moulds. Baste the papers again and save it.
Don’t do this step at the end; you’ll see why in a bit.
3.
If we can’t buy the buttermilk
anywhere, we make our own at this step (remember: 240 ml of milk together with
15 mil of white vinegar and lemon juice). Save this mixture for a while.
I advise you to prepare it
in a transparent recipient; you’ll know why in step n. 9.
4.
Sieve the flour, the refined
corn flour, the cocoa powder and the yeast in a bowl several times.
5.
In a different bowl, whip the
butter until you get a creamy texture.
6.
Add the sugar and keep on
whipping until the dough begins to whiten.
7.
Add the eggs one by one. Don’t
add the following egg until the first one is completely integrated.
8.
Add the vanilla extract and mix
again.
9.
Add the red colouring to the
buttermilk little by little and mix. Don’t add a big quantity of colouring at
once because, if you add too much, you can’t take it away.
11. With a silicone spatula, add the dry ingredients. Follow
this order: 1/3 of the flour mixture,
half of the buttermilk, another 1/3 of the flour mixture,
the rest of the buttermilk, and the last 1/3 of the flour
mixture.
11. In a small bowl, mix the baking soda and the vinegar/lemon
juice. As soon as you can see some bubbles (it’s something momentary), pour it
in our dough and mix. Quickly place our dough in the oven.
12. Bake for 30-35 minutes.
13. Cool the cake for 10
minutes in the mould.
14. Remove the cake from the mould and cool it completely on a
rack.
15. Once it is cooled, we cover it with plastic wrap and place
it in the fridge at least for 1 hour.
The frosting:
1.
Sieve the icing sugar
and save for a while.
2.
In a bowl, whip the
mascarpone cheese until it smoothes (don’t whip too much because it would be
too much liquid.
3.
Add the vanilla
extract and the icing sugar little by little
4.
Whip the cream.
5.
Add the cream to the
previous mixture with a spatula.
How
to make the cake:
1.
Level the cake layers.
2.
Place the first layer
on the plate we’re going to serve the cake. Use a bit of frosting as if it were
some glue to avoid the cake to move.
3.
Spread a thick
frosting layer on our cake and place the other layer on top of the frosting. If
your cake has more layers, repeat the same process.
4.
With a spatula, spread
a thin frosting layer around the whole cake and place it in the fridge for at
least 30 minutes.
5.
Spread the rest of the
frosting and decorate the cake as you like.
For the cake I have
made, I used some of the dough to make a couple of cupcakes which I later shape
as a heart. I then spread some frosting on them and cover them with red
fondant.
I also made some
fondant roses which provide such a romantic view to the cake, and I also placed
some fondant hearts around the cake.
I finally whipped some more cream with no
sugar (as the cake is sweet enough) and I decorated the cake with a small open
star decorating tip.
And that’s all. Hope you like the recipe
and do it as well. Any comment, advice or anything you can think about, just
write a comment on the blog, write an email (rosa.in.sugarland89@gmail.com)
or via twitter (@rosa_sugarland).
I leave this lovely Oscar Wilde’s sentence
here for you to have a look at it:
“Keep love in your heart. A life without it is like a sunless
garden when the flowers are dead.”
Lots of sweet kisses,
Rosa
PS. Sorry for not publishing the recipe
before but I have had a new order this afternoon. It was a friend of mine who I
really appreciate and I couldn’t say no to her. Besides this, this is St
Valentine’s present for my brother’s girlfriend, Lucía (hope you have liked
it!)
References:
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